WACHA

Desde su apertura a mediados de octubre de 2017, sobre la avenida Insurgentes casi esquina con Álvaro Obregón, los tacos estilo Monterrey de Taquería Orinoco llamaron la atención por su gran letrero rojo y la decoración, que simula un negocio de mediados del siglo pasado, con pisos blancos de mosaico y mesas de lámina roja que eliminan todo rasgo de solemnidad.

No tiene pantallas de televisión ni música "de ambiente". Aquí sólo se vienen a comer tres opciones de carne: pastor (que aquí le dicen trompo), bistec (aquí llamado res) y chicharrón, una auténtica exquisitez conformada de una capa de carne y otra de cuerito frito, para darle una textura carnosa y crujiente a la vez. Las sirven en tortilla de maíz, harina o tostada, en las combinaciones preferidas por la clientela.

Como toda taquería que se respete, en Taquería Orinoco la salsa cuenta mucho. Y aquí tienen cinco variedades, entre la que destaca la criolla, elaborada con pimiento rojo y cebolla, que no pica pero le imprime un sabor único a los tacos. Y presumen su agua de la casa, preparada con jamaica, guayaba y canela que le da un sabor a ponche frío y sirven en vasos de malteada.